domingo, 26 de enero de 2020

Cotidiano.

Apenas tocaste la cama y me empecé a hundir en la arena movediza de un remordimieto galopante. La tosca luz de la lámpara de noche, roja, hambrienta y expectante, y tu al lado, flotando en la arena, mordiendo tus uñas, tragando palabras que moriran en el vientre.
Solo otra noche, acompañado de ti. 





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