Me gustaria que mi sinceridad se convierta en una oda a tu lindo recuerdo. Pero al ver el busto de tu ultima mirada otoñal, se le llenan de graffitis y de moho a tu escultura. Que pasen los dias, y que la luna duerma y se despierte por quien sabe cuantas temporadas. Aqui voy a estar yo, puliendo la delicada porcelana que es el jarron de tu cariño. Sabiendo que las monedas de cobre que representan mi amor por tu persona, las usaste en maquinas tragaperras en ese lugubre lugar al que te refugias cuando te sientes sola, buscando otra suerte y renegando en lo anterior.
Nunca te olvidaste, solo te transformaste, de la soleada primavara, al lejano y silencioso invierno.
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