Cada que te veas ocurre lo mismo: el amor me asesta un golpe brutal en la nuca y todo el cariño y el amor se me desborda con frenesÃ, recordando, que te amo como el primer dÃa y que, da igual, te esperare todos los dÃas. Me paso las horas con la cabeza apoyada en la mano, y esta del codo, y este de la mesita del parque en donde me acostumbre a verte correr y jugar con las mariposas.
Me pongo perezoso y mis pensamientos y acciones se vuelven languidoz. Me paso la tarde con una mirada taciturna y los pajaritos no canturrean, bostezan del aburrimiento.
Si camino, voy directo a la Necropolis de muchachos agarrados de la mano, sonriendo y haciendose mimos y cariños, se me sube la envidia por un rato, hasta que recuerdo que cuando estoy contigo, ¡ja!, fanfarroneo con todos de mi amor. Y debido a la distancia, siempre surgen esos: ¿Que ha pasado de nuevo?, ¿Ya hay nuevas pretendientes? y yo pienso: " joder, pero que tonta, ¿acaso no sabes que tu eres mi vida?" pero me limito a reÃrme y a dedicarte una de las poesÃas que me pase escribiendo la noche anterior.
Pero como me alegro de recibir los buenos dÃas con tu llamada, con tu voz sedosa y suave y esos besos que desde lejos los siento tibios en mis labios.
Y en las noches me acuesto en la cama con mi lápiz y mi cuaderno, me pongo a escribirte poesÃa y de logro siento tus manos acariciando mis piernas y mi pecho, me pongo lujurioso, me paro y tomo mi pincel, solo imagino tus pechos breves y suaves, tu cintura moldeada a mis manos, tus cabellos rizados cayéndote por tus seductores hombros, tomo el rojo carmesà y dibujo con laboriosidad tus perfectos y rojos labios, tus piernas son el arte en si mismo cuando te pinto recordando nuestras noches bajo la luz tenue y divina de una luna caprichosa, el monte de Venus poblado por un poco de vello, tu sexo tan húmedo y seductor, me vuelvo loco al marcarlo en mi arte, tu mirada me cuesta retratarla, por que me siento sexual y con deseos de pasarme a mi obra y que el pincel por arte de magia, nos dibuje como dos fuerzas uniéndonos en el sumo placer, con realce a mis decididas y violentas embestidas.
Culmino de pintarte, se me desvanecen las ansias, me tumbo en la cama, termino el poema con mis luciérnagas y mis besos, huelo el perfume que aun esta impregnado en tu parte de la cama, cierro los ojos y recuerdo que aun queda un mes y 15 dÃas para tu regreso...
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