Asà pues, me hice con la copia del libro.
Pues llego a una vida nocturna con unos rayos de sol en su sonrisa que desgarro oscuridad. Al principio fue difÃcil acostumbrarme a lo radiante de su cabello, era doloroso, pero que bella sensación. Floto hasta las estrellas y con un leve y elegante gesto le pidió a la Luna que se retirara, esta me miro y vi una pequeña lagrima en su ojo, esbozo una de las sonrisas melancólicas que tantas noches habÃa visto y se marcho sin mirar atrás. Sol se dirigió a mi y con un guiño de ojo sentà como sus rayos me acariciaban el rostro.Y efectivamente como dijo aquel sabio anciano, cuantos hechizos tenia un sol y cuantos enigmas se esconden detrás de tanta luz y fuerza.
Imagino que a muchos que no pudieron tolerar su sonrisa dejo ciegos.
¿A cuantos muchachos no habrá incinerado con el sensual rose de sus dedos brillantes en algunos pobres labios?
Pero tambien pienso, cuantas vidas no habrá iluminado esta estrella, cuanta fuerza no habrá compartido a través de sus bellas palabras.
El Sol canta, una habilidad sumamente hermosa. Me encanta sentarme debajo de las copas de los arboles del parque y oÃr la manera tan efÃmera que canta, pues su tono de voz es dulce pero transmite mucha seguridad en las arias que recita.
Veo tanta felicidad y alegrÃa en ella, que hace que cuando este con ella todos los conflictos y monstruos bajo la cama se conviertan en mariposas y pompas de jabón.
Si bien ella no tiene estrellas brillantes a su alrededor, tiene unas nubes preciosas que le hacen juego con sus suaves y rosados labios; unas nubes que si bien no tienen mucho encanto, pensarÃas, tienen la habilidad alegre y genial de ser juguetonas y llueven en ti paz y tranquilidad.
Y eso es solo una de sus astrales rostros.